lunes, 11 de mayo de 2009




...y el final otro día lo sabrán.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya conozco el final...la historia me encantó y usted ...también.

Gracias

Anónimo dijo...

¿Habéis analizado alguna vez esta emoción que llamamos ternura? ¿Es alegre, es triste la ternura? ¿No parece más bien la ternura una semilla de sonrisa que da el fruto de una lágrima? En el enternecimiento sentimos angustia precisamente por aquello mismo que nos causa placer. Así la inocencia nos encanta porque se compone de simplicidad, pureza, insuspicacia, nativa benevolencia, noble credulidad. Mas precisamente estas cualidades nos dan pena porque la persona dueña de ellas será víctima de los dobles, impuros, suspicaces, malévolos y escépticos que pueblan la sociedad. La inocencia no nos entusiasma, la inocencia no nos enoja, la inocencia nos enternece.

Ortega y Gasset

ángel dijo...

Preciosos dibujos. Ah, la infancia de aquellos libros que nos han escrito la vida.