Perdonen mis tres amorosos y asíduos lectores.
Pero lo que ocurre es que en estos tiempos la realidad ha superado con mucho cualquier posibilidad de narrativa a la que yo pudiera aspirar.
México se desgaja trozo por trozo, la gente se ignora y cierra los ojos. Mis mejores amigas ya no están en este suelo, mi casa es demasiado grande, ¿o yo demasiado pequeña?
Mis plantas enferman y yo lo único que quiero es cepillar a Leni hasta que caiga la noche.
Trato de decir que todo está bien...pero cuando comienzo a creerlo, me dan unas ganas infernales de lanzar un zapato a la cabeza del impune que transita por la calle sin mostrar la menor cicatriz de su negligencia...
Perdonen amorosos lectores, pero hoy soy un fraude.
Pronto mejores cosas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
9 comentarios:
aquí parecido.
besos, Panda.
Pero mira, ya escribiste. Qué goce.
Panda justo por estos tiempos es cuando uno debe levantar la cabeza y dar su mejor esfuerzo...el mejor esfuerzo por atinarle a la cabeza del peatón que más merezca ese zapatazo; aquel al que vez en su auto andante hablando por teléfono aunque sea un policía. O a aquella mujer que tira su basurita en la calle mientras se hace pendeja, o aquel pendejo que habla bien de su gobierno y de su poder judicial porque vio en televisa que meterán a la cárcel a la doctora que le pudrió las nalgas a la Guzmán...Ahora Panda, es cuando tienes que dar lo mejor de ti y deshacerte de tus zapatos viejos y sacudir las cabezas de que pase enfrente de ti...
Te quiero mucho Panda, aqui estamos, en suelos distintos, pero aun con las ganas de hacer nuestra diminuta lucha hombro con hombro...
Siempre tendrás una casa mas chiquita en Cholula cuando te sientas que la tuya es muy grande...
Atte. Sopa con munición dentro.
Cuatro, de hecho.
Cuatro, de hecho. Saludos.
Alguien, alguna vez, le pidió que no dejara de escribir núnca. Seguramente much@s más se lo han pedido.
Ese mismo alguien, alguna vez, la dejó colgada de la brocha; paradojicamente porque le quiere y le extraña en exceso y que (también paradojicamente) también a las personas buenas les cuesta trabajo compartir el cariño.
Pandita... las botas verdes deben golpear duro... así que si te animás, se las podés lanzar a alguno de esos que tanto se merece quedar con la cabeza mirando el trasero... Ahora... a lo otro no le veo mucho remedio por ahora... pero calma... que ya se nos ocurrirá algo.
Escribir no es obligación, hacerlo bien menos. Las cosas hay que decirlas cuando valen la pena, o cuando dan risa o cuando no tienen sentido o cuando... o cuando sea. Pero nuncxa por obligación. Claro, te lo dice el peor "bloguero" y el más inconstante.
Un saludo desde la mìtica Tlayacapan.
Pues yo sí te leo... Todo... Tampoco te espantes, no es obsesión... Vuelvo a tu blog cada 2 meses, encuentro la medida justa de chiste, enojo, tristeza y chispa que me hace volver pasados otros dos meses...
Publicar un comentario