sábado, 27 de marzo de 2010

Ella sueña...


"Piérdete" le dijo la mujer del sueño mientras dibujaba un corazón en su palma.

martes, 23 de marzo de 2010

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Hoy me bañé con una hormiga...
No es metáfora,
es enserio
Hoy me bañé con una hormiga *

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viernes, 19 de marzo de 2010

El Haiku del día

V.O Leyó su haiku del día que dice así:

"La golondrina

De vuelta a su pasado

No encuentra el nido"

V.O:

- ¿no hay uno más triste?

A.P:

-Siempre hay uno más triste…uno sin golondrina…
V.O:

-no, ¿cómo crees? sin golondrina se acaba el mundo.



Foto de nido: Alicia Coto Guzman

miércoles, 17 de marzo de 2010

Alguien que sueña que alguien sueña que alguien sueña que alguien sueña...


Dicen que en los sueños uno no puede leer, ni ver números con claridad. No sé porqué, pero eso es lo que he escuchado por ahí, en películas de cuyo nombre no puedo acordarme y libros de psicoanálisis que jamás leí completos. Lo maravilloso del cerebro es que, cuando se trata de sueños, conserva la experiencia aunque la acción no hubiese ocurrido en realidad, aunque las letras sean incomprensibles y los personajes ajenos o irreconocibles. Por ejemplo, anoche tuve un sueño en el que llegaba un mensaje a mi celular; leía:

“Qué me responderías si te digo que desde hace años te engañaba”.

Respondí:

“Que ya lo sabía”.

Yo no lo leí ni lo escribí…pero en verdad sí lo leí, sí lo escribí.

Supongo que alguien entiende.

sábado, 13 de marzo de 2010

Del aseo y otros demonios (sostengo que odio a garcía márquez y esta entrada nada tiene que ver con él)

Veo una mancha en la pantalla de la laptop. Parece una hormiga muerta. Quiero quitarla y la toco. La punta de mi dedo esparce la mugre, la mancha se dilata, ahora parece una pequeña mariposa nocturna, oscura y bastante fea. Busco la servilleta de mi desayuno. Limpio, pero la mancha no se absorbe del todo. De un lado al otro de la pantalla queda una línea café. Marca un horizonte.

Me exaspero, levanto mi camisón para limpiar ese indeseable horizonte que nadie invitó a mi vista, tengo que pararme de la silla y acercar el cuerpo a la máquina para recorrer con el algodón la mayor superficie de mancha. Mi trasero queda al aire unos instantes y mi perra parovecha para olfatear. Problema: el camisón conserva cierta humedad y grasa de mi cuerpo además de un poco de café que derramé. Ahora la mancha lo abarca todo. Aquí está, viéndome escribir.

Hola mancha. Adiós.