Suena el timbre, el perro ladra desesperadamente.
-Cállate- ordeno.
Vuelve a sonar.
Me asomo por la ventana del estudio, en pijama. ¿En qué otro atuendo puede estar uno a las nueve de la mañana un sábado?
Alguien con un sombrero de paja tejida y flores de plástico está en la puerta. Pero viendo desde arriba parece una luneta primaveral, o un hongo floreado.
-¿Diga?
Una mujer morena y de evidentes cincuenta y pico es revelada bajo el sombrero cuando ella alza la cara.
-¿Diga?
-Muy buenos días, venimos distribuyendo la palabra del señor que…
-¿qué señor?
-El señor Cristo que se sacrificó para salvarnos a sus corderos de…
-No, gracias
-Muy amable, sólo queremos platicar con usted sobre nuestras actividades...
-No
-Si me permite le puedo dejar un folleto…
- ¡NO!
Mi perro continúa ladrando y logra que la molestia sea mayor. La señora sonríe y continúa:
-Le voy a dejar una tarjeta por si a caso usted…
-No se moleste, le agradezco, pero insisto: no acepto propaganda religiosa- repíto enérgica y decidida.
La mujer queda un segundo en silencio, desconcertada, y finalmente dice aliviada:
-¡Ah bueno, pero esto es La Biblia!
7 comentarios:
si, de hecho he escuchado k hasta les pagan!!!
que pedo.
que pedo.
que pedo.
preferiria que a esa hora tocara el timbre otra cosa...
jajajaj Claro, es humor del fino.
"¿qué señor?" excelente pregunta... me recordaste algo... aich, a veces no sé si ya conté cosas o no... ¿será que hago un post? Ashh ya estaba, es del 2005 historias
Jaja. No sé, pero el chocolate ese se ve bueno y más si está basado en una receta del Deuteronomio. Dicen que sabe a gloria. En lo personal yo prefiero los muéganos basados en recetas apocalípticas.
lo mejor es que el perro se encabronó!
saludos a veces eres un panda!
jajajajajaj
y que tal estuvo el chocolate??!!
hay de dos sabores: mana y hostia con vino de consagrar.
jaja
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