En un salón de clases en algún lugar de la ciudad de México:
Profesor apasionado:
¡Ustedes tienen que liberarse de sus nociones preconcebidas, ideas sociales, que en realidad no son suyas! Olviden la cultura y la historia que les preceden, renuncien a ellas y entréguense como un animal en la selva amazónica, respondiendo a su instinto, reinventando el pensamiento; ¡entonces así fluirá la escritura!
¡Ustedes tienen que liberarse de sus nociones preconcebidas, ideas sociales, que en realidad no son suyas! Olviden la cultura y la historia que les preceden, renuncien a ellas y entréguense como un animal en la selva amazónica, respondiendo a su instinto, reinventando el pensamiento; ¡entonces así fluirá la escritura!
Panda:
Pero…¿porqué querría hacer algo así? A mí me da horror la selva, allí hay mosquitos, anacondas, tarántulas y no hay libros de Marguerite Duras…
Pero…¿porqué querría hacer algo así? A mí me da horror la selva, allí hay mosquitos, anacondas, tarántulas y no hay libros de Marguerite Duras…
Profesor apasionado y con sentido del humor:
ja…
Nota:
Esto es una libre adaptación de un suceso que casi ocurrió así y lo escribo con todo el respeto para Álvaro que me dejó llegar una hora tarde a su clase y además comentar este tipo de ocurrencias.
4 comentarios:
¿Y como llegó el profesor a esa conclusión? ¿Se le ocurrió en la selva?
jajajajajajaja dice Álvaro que te beca, hasta que seas millonaria... (de verdad, dijo que sólo la matrícula)... ¿desayuno? ¿8 a.m. donde el ratón Neto?
No se antoja esa selva. Se antoja más la clase, en especial si hay café.
Un post nuevo, panda. Pon uno.
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