jueves, 21 de febrero de 2008

A veces uno se da cuenta: lo que se quiere, no se parece en nada a lo que se quiso, se está queriendo o querrá...


Durante mucho tiempo quise un caballo blanco que nunca tuve. Ahora ya no añoro el relinchido feliz de mi caballo blanco que nunca tuve, porque tengo un perro blanco y lanudo como el que siempre quise.
Y si de querer se trata:
Quisiera ser pirata- hada- medico-ninja- bailarina- embajadora- astronauta- arquera- cantante- campeona jinete (entre otras cosas).
Quisiera que el miedo del mundo fuera sometido y anulado.
Recordar tantas cosas y olvidar tantas otras
Quisiera poder permanecer mas tiempo quieta
también
Quisiera poder moverme mas.
¿Quién no querría descubrir la vacuna contra el sida?
Pero hoy me fue revelado uno de los nombres de cosa más increíbles; hacía mucho que no me sorprendía tanto un nombre... sólo escucharlo y fue amor a primera oída. La quise, la quiero. Totalmente la necesito: ¡Quiero una Monstrera Deliciosa!!!
Así es, oyó usted bien, una Monstrera Deliciosa. Ese es su nombre científico y yo quiero una.

1 comentario:

Sirena dijo...

Ahjajajaja pensé ¿dónde fue que vi una de esas? y claro, en tu cocina... me encanta esa planta, es la favorita de mi mamá además y el logo de un negocio que tuve con mi hermana