Ella separa la mirada del libro y se escapa un sonido cuando inhala. Una pequeña exclamación, como si hubiese pasado demasiado tiempo sin aire.
Cuando sus ojos dejan de tocar las letras, se siente como arrancada de la historia. Resiente.
Dulce náusea, insoportable e indispensable- piensa- como me lo habían prometido.
Quiere levantarse ahí, en esa sala elegante, bajo ese techo alto, donde personas esperan con nerviosismo; sin saber lo que ella está viendo en ese instante; quiere pararse en el sofá blanco de diseñador sueco con nombre impronunciable en español, y gritar: ¡la vida apesta a perfume cuando en un enorme jardín de gardenias, el vicecónsul contempla una bicicleta abandonada en la cancha de tenis!!!
El maldito calor.
En la sala llena de extraños ella desaparece en el libro, pero este libro es de cuidado, como todos los buenos libros deben ser. Este libro la sujeta deliciosamente hasta que está tan invadida por el vicecónsul, que tiene que detener la lectura.
Piensa en el abandono de los padres hacia sus hijos. Piensa en el monzón, ríos crecidos, los arrebatos, el cuerpo entregado y la locura. Piensa en todo eso, en ese sitio elegante y poco acogedor.
Piensa en el amor. Ella siempre está pensando en el amor.
Y por un momento lo desconoce. Ahí sentada, no lo logra distinguir.
Excitación y dolor al mismo tiempo.
Separa la mirada del libro y se encuentra con dos miradas curiosas que ven el título del libro.
Una chica tan bonita que no necesita maquillaje y su novio.
La chica bonita sin maquillaje dice: estás bien picada, se ve que está bueno.
Ella maquilla una sonrisa lo mejor que puede, y contesta perturbada todavía:
Algo así.
Cuando sus ojos dejan de tocar las letras, se siente como arrancada de la historia. Resiente.
Dulce náusea, insoportable e indispensable- piensa- como me lo habían prometido.
Quiere levantarse ahí, en esa sala elegante, bajo ese techo alto, donde personas esperan con nerviosismo; sin saber lo que ella está viendo en ese instante; quiere pararse en el sofá blanco de diseñador sueco con nombre impronunciable en español, y gritar: ¡la vida apesta a perfume cuando en un enorme jardín de gardenias, el vicecónsul contempla una bicicleta abandonada en la cancha de tenis!!!
El maldito calor.
En la sala llena de extraños ella desaparece en el libro, pero este libro es de cuidado, como todos los buenos libros deben ser. Este libro la sujeta deliciosamente hasta que está tan invadida por el vicecónsul, que tiene que detener la lectura.
Piensa en el abandono de los padres hacia sus hijos. Piensa en el monzón, ríos crecidos, los arrebatos, el cuerpo entregado y la locura. Piensa en todo eso, en ese sitio elegante y poco acogedor.
Piensa en el amor. Ella siempre está pensando en el amor.
Y por un momento lo desconoce. Ahí sentada, no lo logra distinguir.
Excitación y dolor al mismo tiempo.
Separa la mirada del libro y se encuentra con dos miradas curiosas que ven el título del libro.
Una chica tan bonita que no necesita maquillaje y su novio.
La chica bonita sin maquillaje dice: estás bien picada, se ve que está bueno.
Ella maquilla una sonrisa lo mejor que puede, y contesta perturbada todavía:
Algo así.
3 comentarios:
En ocasiones, el maquillaje es utilizado para resaltar la belleza, la belleza que puede tener una devoradora de bambú de entre 1.56 y 1.60 de estatura -dependiendo la ocasión-.
Hey Panda... ¿tenés unos espías?
Jajaja. ¿tengo espías a la mano dices? Por el momento no encuentro ninguno, hubiera jurado que traía uno en algún lado, pero no logro encontrarlo. Pobre espía, ¿qué habrá sido de él?
Lo del 1.56 es falso, siempre mido 1.59, y a veces 1.60. Dependiendo la ocasión.
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