Yo: ¿Qué hace ese ganso en mi cuarto?
Enfermera: Aquí no hay ningún ganso...estamos en tu cuarto, no en una granja.
Yo: Por eso mismo...¿qué hace aquí?
Enfermera: No veo ningún ganso.
Yo: Tal vez sea porque tú tampoco estás aquí.
Enfermera: Es posible, aunque poco probable.
Ganso: ¿Con quién hablas?
Yo: Con la enfermera.
Ganso: Aquí no hay ninguna enfermera, estamos en tu cuarto, no en un hospital.
Yo: Es lo que creí.
miércoles, 27 de agosto de 2008
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8 comentarios:
Panda!!! Uy no sé si será por la fiebre, pero no captaste que lo del incendio era metafórico... creo que no estaría contándolo tan fácilmente si fuera real... aunque las dimensiones de la metáfora no son menores tampoco... ¿será que no lo expuse bien? No te preocupés... ya te contesté pero mejor venía para que no estuvieras pensando... ¿ya estás mejor?
A mí por eso siempre me ha gustado ese pensamiento de que el hecho de que estés paranóico no quiere decir que no te estén persiguiendo. Es como todo: las cosas tienen esa doble vida, una en los ojos y otra en la mente, o viceversa.
¿O será que nadie preguntó la pregunta essencial: qué hace un panda en un cuarto de hospital?
jaja.
en realidad no estaba en un cuarto de hospital, por eso ni el ganso ni la enfermera eran pertinentes. Todo eso ocurrió en mi cuarto...creo...
... estamos mal con las metáforas y la imaginación ;-) Me encantó el ganso... me gustaría conocerlo un día.
jajaja. Sirena, al contrario, estamos muy bien con las metáforas y la imaginación, demasiado bien, por eso se sienten tan verdaderas.
No tenías fiebre, erás simplemente la única capaz de ver la realidad. Un saludo.
bonito texto... aunque tenga unos cuantos ¿¿¿comentarios???
nadie es perfecto. pero debo subrayar que la mayor cantidad de comentarios de esta entrada son míos...jaja
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