viernes, 22 de agosto de 2008

Otras postales

Foto: A.M

“No voy a escribir en tu cumpleaños, pero sabes que me acordaré”- dice.
“No escribas, no es necesario”- responde.
“No lo haré”- promete y se marcha.


Ese día ella despierta muy temprano, se lava la cara, va por jugo, regresa bebiendo; de un cajón saca una vieja postal de cumpleaños que guarda, no sabe desde hace cuánto tiempo porque olvidó enviarla, no recuerda a quién. Escribe: Feliz cumpleaños.

Guarda la postal en el sobre, y en el lavabo blanco del baño, en complicidad con un pequeño cerillo de cabeza roja, prende fuego a la felicitación que en segundos arde, se consume: hermosa llama azul y naranja.

Con la punta del dedo toca suave la ceniza, traza una línea.
“Papel y tinta china”- piensa mientras el dedo termina el recorrido.
Feliz cumpleaños.
Sonríe y prepara el café.

4 comentarios:

Sirena dijo...

Estoy muy triste Panda... muy... y me hizo sentir triste la escena porque sé que tendré que hacer eso un día... felicitar en secreto y quemar las evidencias. Guardame uno de esos cerillos.

Luis Ricardo dijo...

de todos los combustibles posibles

Pandemia en la bañera... dijo...

Habrá cerillos, seguro.

sirako dijo...

yo nunca prometo nada, pero sí lo hiciera, seguro beberá más café.