domingo, 7 de septiembre de 2008

A quién corresponda:




Yo, Luna, perra labrador enamorada, quisiera declarar lo siguiente acerca de los hechos relatados sobre mi relación íntima con el perro Loco Max:


1.- Loco Max y yo estamos felices.
Por el tiempo que vivimos juntos durante esas cinco maravillosas semanas.


2.- Lamentamos mucho que Panda tenga que enfrentar problemas por esto.

Sin embargo yo pregunto: ¿Qué esperaban? ¿Que dejáramos de atender nuestro principio fisiológico más fundamental, cuando nuestra condición era ideal? ¡Somos perros! ¡Yo tuve el celo! Es decir; si su especie no puede dejar de atender estos principios instintivos, deberían de entender que nosotros tampoco.
Imagínese de pronto que un día, usted se levanta como afiebrado y siente un amor profundo por alguien maravilloso que está a su lado. Esto durará poco y hay que aprovecharlo. ¿No lo haría usted?


3.- Nos enamoramos.
Loco Max fue una compañía deliciosa, tiene un gran sentido del humor, y era sobretodo amoroso. Me dejaba cambiar su plato con el mío porque yo quería probar su marca de comida.


4.-Pero nuestro amor estaba condenado a la distancia.
Sólo estaría en casa de Panda lo que el viaje de mi familia durara.

5.-Fueron cinco maravillosas semanas.
Salí a pasear todos los días con Panda, quien conversaba mucho conmigo cuando caminábamos. Me hablaba claramente en inglés pero me gustaba mas cuando hablaba en español.
Mis dueños le habían pedido que me hablaran en inglés como lo hacemos en casa.
Nos sentimos a gusto juntas.
Cuando paseábamos, insistía en que no me alejara demasiado en las banquetas, los parques de esta ciudad están llenos de automóviles y aún en la banqueta uno corre riesgo de ser atropellado.
Todas las mañanas despertábamos en la sala, ladrábamos en la escalera. Y al cabo de un rato, alguna de las chicas de la casa aparecía y nos sobaban el lomo y jugábamos.
Escuche música hermosa en esa casa...y a veces un horrible reguetón...


6.- Lo de la alfombra fue un extraño accidente que se repitió constantemente.
Todo comenzó una noche que yo estaba muy asustada por todos los ruidos de la calle; soy de un pueblo muy pequeño donde en la noche se escuchan cigarras, y grillos; en cambio en casa de Panda se escucha de todo: gritos, cortinas de lámina de los puestos de un mercado, los coches pasando continuamente, el horrible reguetón.
Tuve tanto miedo que sencillamente oriné en donde estaba parada: en el sillón de Panda.
Me ocurrió tres…o cuatro veces.
- ¡No!, ¡no debes hacer eso aquí adentro!- me dijo Loco Max, seco y duro.
Al día siguiente Panda estaba muy molesta.
Tardé un poco en resignarme a la idea de tener que subir esas altísimas escaleras espirales de la casa de Panda; tienen pinta de que se caerán dentro de los siguientes cinco minutos. ¿Porqué arriesgar una pata para subir a hacer en la azotea, cuando se puede hacer en una maravillosa alfombra? Concedo que la azotea es grande y ventilada de cualquier forma, es mejor ir allí.
Pero ocurrió que allí, guardados en un rincón, estaban los retazos restantes de alfombra que, habían sobrado desde que la cambiaron. Yo se que puede parecer un poco necio de mi parte pero me encantaba esa alfombra para orinar. Y la oriné…nuevamente…esta fue tal vez la décima vez que oriné esa maravillosa alfombra. Yo sabía que no debía…pero el deseo por orinar la alfombra era como mi amor por Loco Max…Implacable.

7.-Lo del colchón fue por el mero placer de destruir.
Lo siento. Nobody is prefect.


8.- Fue triste separarnos.
Pero sabíamos que así sería.


9.-Panda: Exageras.
Está bien que fui hormonalmente fácil, pero en todo caso tengo algo en mi favor que debo decir: NO SOY PUTA…yo no cobré…y sí que lo disfruté.
Ustedes comprenderán.


Nosotros sabemos que Panda por ahora está un poco impresionada, pero la conocemos y tenemos la seguridad de que con el tiempo logrará ver lo positivo en todo esto… Y mis dueños sabrán hacerlo también. Como dicen por ahí… si el loco alcanza a la luna…
Atentamente.

Luna, labrador enamorada-embarazada.



4 comentarios:

Pandemia en la bañera... dijo...

Pinches perros...los quiero a los dos!!

Sirena dijo...

... ¿ves? es lo que yo digo... si una supiera que debe aprovechar esas cinco semanas o cinco días... yo aprenderé la lección de Luna... pero con métodos anticonceptivos...

Escotomo dijo...

Pobrecillos, aguantar el reggaeton, a los mios nunca les haría eso. Tengo dos, así que gracias por el ofrecimiento pero de momento... saludos

Pandemia en la bañera... dijo...

bueno, debo decir en mi defensa que el reguetón no era de mi casa, es el bonito fondo musical de un mercado que está cruzando la calle...pero igual, pobrecitos...de todos nosotros.